Hoy es Luna Llena

Fuerteventura.

Fuerteventura es como este pez.

Retales de paisajes rodeados de agua.

Un gran horizonte.

Un vacío en calma.

Paisajes rotundos.

Vidas moldeadas por el viento y el mar.

Mientras muchos eligen ir a esquiar yo pongo rumbo al Sur.

Fuerteventura, la isla afortunada.

Tras años intentando viajar, cancelados por pandemia y otras causas.

Hace años que aprendí a viajar solo.

Es una manera de viajar completamente diferente.

Pones atención en todo. Todo depende de ti.

Es una mezcla de inquietud y paz.

Viajas contigo mismo. Tú eres tu compañero de viaje.

Decidí ir a hacer surf al Norte.

La zona de Corralejo.

Un paraje inhóspito rodeado de playas increíbles.

Donde las olas están aseguradas, aunque has de saber buscarlas.

Escogí un Hostel en la ciudad de Lajares.

Surfescape es un pequeño complejo austero alrededor de un patio .

Habitaciones sencillas pero generosas.

El ambiente es muy familiar.

Encuentras mucha gente cuyo objetivo es disfrutar del clima de la isla y poder teletrabajar.

El Hostel ofrece un lugar común donde la gente trabaja mirando al jardín y la piscina.

Cristina y Roberto regentan el lugar ayudado por Mía

Decidieron dejar Barcelona y emprender en esta isla.

Un verdadero cambio de vida.

Roberto es un cocinero fantástico de cocina asiática.

Sueño con sus fideos de arroz.

Se nota que trabajo en el Mandarin Oriental.

Descubro una manera de vivir que estoy seguro se irá imponiendo.

Vivir en un bonito lugar y trabajar desde allí.

Mallorca tendría que liderar esta modalidad de turismo.

Os dejo la página web de Surfescape.

Cuando vas a hacer surf a una zona que no conoces lo mejor es ir acompañado.

Mi nivel es bajo y siempre aprovecho para aprender.

El surf me está dando mucho más de lo que me esperaba.

Tuve la gran suerte de conocer a Ben.

Ben refleja la vida de una persona que vive, respira para el surf y su familia.

Su curriculum de lugares en los que ha surfeado es impresionante.

Da una gran envidia sana.

Disfruta enseñando y acompañando a la gente con ganas de madrugar y disfrutar del buen surf.

Sus ojos irradian calma y felicidad.

Son las 7.00 de la mañana.

Me encuentro desayunando en el Goloso.

Una pastelería fantástica a pie de carretera que atiende a todos los trabajadores vespertinos.

Ben nos espera junto con Thomas, un suizo que viaja en caravana con su familia, y Cris, una chica alemana que trabaja de agente inmobiliario .

El sol sale por detrás de la Caldera.

Preciso y frío amanecer.

Ben nos lleva al lugar perfecto para tomar las olas de buena mañana. Solos.

Explicación en la arena y al agua.

Dos horas de tú, el mar y las olas.

Son las 10.30 am.

Ducha y a trabajar.

A las 2,00 me tomo mi plato de fideos de arroz.

Siesta obligatoria.

Un poco más de trabajo y una hora de yoga.

A las 8.00 pm salgo directo al Canela

Ambiente surfista con música en directo.

Brutal.

Es una semana donde la rutina cambia.

Descubro parajes infinitos.

Horizontes en esta isla donde la nada es el atractivo.

El paisaje lunar, duro e inmenso, te acoge.

Playas negras en caletas llenas de vida.

Postales de tiempos pasados.

Fuerteventura en febrero es Calma.

Recuperar la calma, en este mundo loco, es un regalo.

Infinitamente agradecido a Ben, Ale, Roberto, Mia y los chicos del Canela.

No hay nada como dejarse sorprender por la vida.

Aunque para ello hay que estar dispuesto.

¡ Volveremos !.